Podría hablar del amor, pero en ello no tengo experiencia suficiente. Podría hablar de la muerte, pero supongo que no sé bastante. ¿Y qué tal hablar de la vida? Pero apenas tengo 15 años, no podría tampoco dar definición. También se me ocurre hablar de la felicidad, pero no soy filósofa. Y entonces puedo hablar, y hablar, y hablar...Pero no, quiero hablar para decir ALGO, no decir ALGO para hablar.
Pero sí, hay algo de lo que te puedo hablar, y es de mi. De como cada error se transforma en fallo, de como cada defecto termina en pelea, y de como cada virtud sale a la luz, como cada sonrisa mejora un día, como mi humor cambia con que pase una pelotudez y como la opinión de los demás es un arma de doble filo. Y no odio cada uno de mis defectos, porque cada uno de ellos hacen que sea yo, pero lo peor de algunos es como me pueden cagar, y cagar siempre.
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