Observé su cara detenidamente. Él me estaba retando, me estaba diciendo que debía estudiar más, y colaborar en casa, que no podía salir tan tarde, y sin embargo yo sentía amor, lo amaba, él era el hombre más importante de mi vida. El hombre que a pesar de los años que pasaran seguiría siendo el más importante, porque, a diferencia de cualquier otro, me contempló cuando nací, me cuidó durante años, trabajo tantas horas para mantenerme, se preocupó por mi en tantas ocasiones, que realmente me doy cuenta lo mucho que significa, y puedo enojarme las veces que sea con él, pero eso no cambia su valor, no cambia NADA, porque lo sigo amando igual que antes. Y razono ¿Por qué me hace tanto mal el discutir con él? Por eso mismo, porque solo las personas que de verdad te importan te pueden perjudicar o beneficiar. Por eso es que me hace tan feliz su buen humor, su alegría, su risa, todo lo que para él sea bueno. Pero ahora…ahora que la distancia cambia un tanto la situación lo siento más lejos, y me jode tener que venir a verlo los fines de semanas, porque yo no quiero venirme hasta tan lejos, y me siento culpable cuando tantas veces me quedo porque quiero salir con mis amigas, pero sinceramente me aburro, acá, viniendo, a verlo, porque no lo veo mucho, estamos en el mismo lugar pero él está ocupado trabajando, y lo entiendo…De todas formas, no cambia, lo amaba incondicionalmente, tenía muchos defectos, pero tenía muchísimas virtudes, entre ellas, puedo afirmar, era una persona sabia, porque aprendía y se daba cuenta de las cosas…
Cuando me fui a casa de M tenía en mente mi descoordinación entre pantalones y abrigo. No importa, así seguro nadie querría secuestrarme; reí estúpidamente en mi mente, era verdad, pero era un chiste un poco cruel. Después de viajar en colectivo aproximadamente 15 minutos llegamos a casa de C. Con las chicas, M, C y P estuvimos preparándonos para el cumpleaños de una amiga. Cuando ya estuvimos listas salimos para el salón donde era la fiesta. Me sentía bien. Me encantaba ir tan arreglada, me hace bien sentirme feliz por mi apariencia física, y aunque suene muy superficial, no me salgan con el rollo de “lo que importa es el interior” porque, aunque sí, es importante, lo apariencia física también importa, no me lo nieguen. Ya en el salón saludamos a los que conocíamos, bastantes, y comimos algo…Sí, todas muertas de hambre estábamos. Un rato después nos hicieron subir a donde estaban las mesas, a mi me toco a 8, estaba sentada con las amigas que vine, tres chicas más y unos chicos del colegio. Nos sentamos tranquilamente y quise mirar la hora cuando tenía 16 llamadas perdidas y algunos mensajes que decían que los llame urgentemente. Eran de mis padres. No tarde ni 5 segundos en preocuparme, me fui rápido al piso de abajo para intentar llamar sin tanto escándalo, pero no atendían, ah cierto!! Era mi celular que no tenía señal. La situación era genial eh, no tenía señal, apenas crédito, y lo único que si tenía eran 16 llamadas perdidas. Gracias a una amiga, NUEVA amiga, porque apenas nos conocíamos, pude llamarlos. No, no era nada, ninguna urgencia más que la preocupación de ellos por saber dónde estaba.
Era una situación complicada, ambos nos habíamos preocupado (y perdón por la expresión) al reverendo pedo. A ninguno nos había pasado nada, pero ambos estábamos asustados. Horas después me quedé sin batería. A las 7.00 estaba en mi casa, aproximadamente, llamé a mi padre para avisarle que había llegado y que iba a cargar el celular y de inmediato me fui a dormir.
Cada día que hablo con él me pregunta por los estudios, me pregunta por como me fue en el examen, que notas me estoy sacando, me dice que me tengo que levantar más temprano, que no me organizo bien. Solemos terminar discutiendo, en más de una de esas discusiones acabé llorando. Últimamente no lloraba, probablemente terminara de mal humor o sintiéndome culpable. Ya n me sorprendía cuando abría esas conversaciones, me sabía el diálogo de memoria, cada una de mis excusas y cada una de sus inquietudes. Incluso mi hermana me decía “preparate, este finde te vuelve a dar la charla”. Podíamos incluso empezar hablando de cualquier tontería que terminaríamos hablando de MIS estudios, de MIS responsabilidades, de MIS horarios y de la ausencia de MI organización.
El otro día me quedé sola en casa, tenía un cumpleaños sábado a la noche. Después de ducharme me puse la ropa interior y parada sobre la ropa que había en el suelo me empecé a depilar. A depilar con la maquinita que se enchufa (no te quejes, ya me dí cuenta que no me sé el nombre de la maquinita). Terminé de depilarme y me disponía a desenchufar la maquinita cuando un…...liiiiiiiiiiindo calambrazo (no será mucha ironía?) me dio el alargue. Tarde pocos segundos en apartarme pero la horrorosa sensación se me quedó por todo el cuerpo, y el susto no me lo podía quitar del cuerpo. Miré el alargue asustada, odiándolo, y teniendo mi dedo envuelto entre mis manos. Me puse unos zapatos y entonces me vestí y seguí mi vida, así estando más tranquila. Ayer hablando con mi madre me dice “¿Te acordás la otra vez cuando te dio el calambrazo? Bueno, pues los obreros que había venido el día anterior quitaron el coso de seguridad que tienen todas las casas por si se produce una descarga eléctrica se corta la luz. Bueno, pues esos obreros no lo volvieron a poner, por lo cuál te podrías haber electrocutado, o sea, podrías haber muerto, y no sabes el mal humor (enfado, enojo, mosqueo, rebote, no sé que palabra me dijo) que tenía tu padre cuando se enteró eso, que no habían vuelto a encender el coso de seguridad.
Un miércoles, creo que era, ¿un miércoles? No, un viernes. Buen, no sé, el caso es que mi padre vino a casa, y se quedaba a dormir. Mi hermana del medio se había ido a casa de una amiga, y el resto de la familia estábamos en casa, así que mi padre nos llevó a comer una pizza. Riquísima estaba, y cuando salimos del restaurante nos comimos algo rico, mi hermana y madre querían helado, yo preferí un chocolate. Todos felices y contentos volvimos a casa.
Sábado, otro 15, no sé cuál, tenía que ir a casa de M para irnos hasta allá. A la hora que me iba no iba a ser muy tarde, ni tampoco era muy lejos. Pero a esa hora ya estaba oscuro, porque es invierno y todo ese rollo. Mi padre pago un remis para que yo me pueda ir hasta allá. Para otro 15 donde me iban a buscar a casa de una amiga le avisó a la remisora, además fue a la que él YA CONOCÍA, incluso le dijo que guardara coche, etc…
Mi padre es MUY cabezota, y yo también, pero por su nivel de autoridad suele ganar. De todas formas no es tan así. No me hace falta más que hablarle bien y pelotearle un poco para que me compre una mascota. Él obvio ama los animales, y lógicamente le alegra que nos gusten, por lo que la tarea se vuelve más fácil y no tarda en decir que bueno, nos lo va a regalar. Y cuando la perra tuvo hijos, apenas dos, no hizo falta mucho trabajo para que él aceptara que nos quedáramos los dos.
Fue a Arabia, venía feliz, se notaba en las fotos y en él, en su sonrisa, en sus ojos, en su cara. Nos trajo lindas cositas, pero yo quería una camiseta de fútbol, él tenía dos. Sí, el lindo me dio el capricho y me regaló una de ellas. Además, cada vez que vengo al predio y hace frío me presta sus buzos, que en fin, entro yo tres veces pero es lo más calentito que hay. Mis preferidos son el gris y el de Almirante Brown. No, no soy de Almirante Brown, pero me gusta ese buso.
La otra vez, 5 de marzo, o 9, no recuerdo bien, venía Shakira a Argentina. Locas de felicidad mi hermana y yo queríamos ir, pero el precio de las entradas era bastante alto. Le fuimos a proponer que pagábamos la mitad de la entrada nosotras, y él la otra…Empezamos diciéndole que daba un concierto, bla bla bla, me preguntó el precio, y en cuanto se lo dije: “las llevo pero no te compro el celular”. Okei, sonaba mal, pero a la vez WOW, no pensé que fuera a aceptar pagar ese dinero. Buen podemos suprimir el final en el que mi madre, muy desagradable por su parte, lo convence para que no nos lleve, que no pague tanto dinero por ver a “esa”. Si claro Ma, ENVIDIA de “esa”. Y también vino Miley Cyrus a Argentina, él no sabe ni quien es, vale aclarar, pero lo convencí, no tardé más de una semana para que él me dejara ir con amigas. Un día antes, por la lentitud de la organización, queremos comprar las entradas con mis amigas y se agotaron, “nada, me quedé sin concierto” pensé. Mi padre, después de haber hablado con el de la chica que nos llevaba, estaba re convencido. Lo llamé para decirle que no había entradas y no iba a poder ir, y para mi gran sorpresa me dijo “buen fijáte capaz encontrás en la reventa, está atenta” :o De todas formas no me preocupé por buscar esas entradas de nuevo porque tenía una mala nota y me pareció injusto.
Podría contar un millón de historias más, y seguir demostrando cada una de sus actitudes que me muestran lo que le importo, lo que se preocupa, lo que me valora, y lo bien que todo eso me hace. Podría dar detalles de cada momento, pero no, no importa, a lo que quiero llegar es a la conclusión que quería, darme cuenta que con cada uno de sus fallos, como padre y como persona, con cada vez que me lastima y con cada injusticia que comete, sigue siendo un padre envidiable, y agradezco a Dios, o a mis abuelos, o al Universo, o a quien sea, por darme esta persona tan maravillosa que tengo como papá, como PA, como padre de mis hermanas, marido de mi madre, hombre gracias al que puedo existir, y al que hoy sigo viva, sana y salva y no me falta nada, al menos, no nada indispensable para vivir. GRACIAS PA, PORQUE CON CADA PEQUEÑO GESTO ME DEMOSTRÁS MÁS, y te voy a decir algo, porque solo quiero serte sincera, ODIO que me hagas llorar y que discutamos mal, es algo que quiero que cambie. Por el resto, TE AMO♥ y te pediría: “Quedate siempre” pero sería la petición más comprometedora e imposible de cumplir, aunque bueno, en cierto modo, vayas a estar siempre J
Your hija, Julieta.
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