Camino lento, despacio. Quizás evitando llegar a destino, sabiendo que nos vamos a distanciar. No quería olvidarte, la sola idea me aterraba, ¿Qué vendría después de ti? No sé, no quiero saberlo. A veces pensaba que sería mejor que conozcas cada uno de mis sentimientos, que este tiempo sea eterno. Te confesaría cada inseguridad, cada alegría y cada sensación, otra veces pensé que mejor callaría, y me atraía más esta idea. No me da miedo decirte la verdad, solamente no quiero que cambie nada, no quiero que te vayas, que dejes de ser quien eres o que te alejes de quien soy. 
Estuve estátita tirada en el piso con los parlantes aturdiéndome mientras intentaba organizar mis pensamientos y sentimientos. Solo logré organizar mis recuerdos. Te veía cada día, te pensaba más de una vez por hora y te extrañaba cada vez que te recordaba. Me hacías bien, muy bien, me sentía feliz con poca cosa...El clima cambiaba, solo que iba acercándose el verano. Y entonces, ¿Qué?. Todo tiene un final, el nuestro no lo quiero conocer, al menos hoy, no me interesa. Lo sé, te quiero, y me volví a aferrar a una persona, lo que me asegura que cuando no esté, lloraré, más de una vez. Pero es así, otras veces me pasó.