El día que ya no esté quiero quedar en el recuerdo, cuando
marche hacia el infinito quiero que infinito sea mi corazón. ¿Qué es la vida sino un baile? Idas y
vueltas siempre al ritmo del azar. Si disfruto yéndome lejos entonces no habrá
quien me lo impida, pero como todos los pájaros, siempre vuelvo al hogar. Que
trotar mundo, que dar la mano, que sonreír a desconocidos, que hablar sin
sentido, que correr y frenar, que comer y bailar, que abrazar llorando sean
costumbres. Olvidemos por un instante el status social, la ropa de etiqueta, la
música que escuchas, el barrio en el que vivís y de qué querés trabajar, que no
haya clasificaciones porque en la danza que es la vida cualquiera te puede
tocar, y a lo mejor un día eso que criticabas se convierta en la canción
favorita para las listas de reproducción.
Basta de nacer y condenarse a llevar una bandera en el
corazón, más vale volar sobre otros horizontes y poder elegir que encerrarte en
tu propia jaula esperando a morir. Si la genética no me dio alas yo misma las
voy a crear, no te gastes, no te canses, no me fuerces, me gusta el ritmo de mi
corazón, muy salvaje o muy sumiso, muy simple o muy complejo, es un corazón gitano que vive persiguiendo al
viento. Me gustaría morir por amor
después de haber vivido sonriendo, llorar el alma hasta desangrarme en cada
rincón de lo que siento. Porque
apasionadamente sentir es una gracia, subir y bajar, dar vueltas, saltar y
golpear, en lo que a sentimientos respecta soy una loca de los extremos.
Siempre le temo y admiro a la lluvia, porque te saca
el maquillaje y te deja más real, ojalá les llueva en el corazón pa que se conozcan
al natural. Siempre le temo y admiro al calor, porque cuando transpiras
sacas la basura que tenías adentro, ojalá les suba la temperatura en el corazón
pa que saquen la suciedad. Siempre le temo y admiro a la soledad, porque
cuando no hay nadie alrededor se escucha a gritos el interior, ojalá se sientan
muy solos sus corazones pa que puedan escuchar sus verdaderas verdades.
Y acordate, y no te olvides, que ser verdadero es una virtud, que podes ser lo que quieras cuando
salgas a la calle, pero tu esencia no es una apariencia, contamínate si querés
la piel con maquillajes, ponete aros y disfrázate pero no manches, no ensucies,
no alteres, no ocultes tu verdadero vos, tu ser, tu magia, la realidad que
llevas impregnada que si va a cambiar sea siempre por propia voluntad. No hay
en el mundo cosa más triste que perder tu propia verdad, vivir con miedo, vivir
huyendo, vivir aparentando sin conocerte, sin rebelarte.
Es difícil ser con tu propia norma, cuando la sociedad impone tu ser a
su forma, pero yo creo que si de verdad te escuchas podes saber tu origen real.