Esta vez ya no tengo miedo.
No me volverá a temblar el pulso cuando tome una decisión,
no voy a atar lo que se debe ir ni correr tras la oportunidad perdida. Esta vez
creo estar descubriendo lo que soy y lo que quiero, y sobre todo, lo que puedo. Puedo tanto como
quiera.
Me he visto flaquear ante la mirada ajena, dudar de mí misma
en medio de la carrera, voltearme a ver quién me seguía, no más. Van a ser mis pasos los que marquen el camino, voy a ser yo
quien dome a la fiera, voy a subir hasta el final las escaleras y abrir todas
las puertas. No me asusta tropezar, tengo la fuerza que necesito para volverme
a levantar. Todos mis errores me ayudaron a crecer, tus armas no me pueden
herir y si acaso te preguntas por mi dolor, está, pero no es más fuerte quien
no sufre, sino quien puede luchar contra el sufrimiento.
Fue un día que entendí que todo lo que quería lo podía
tener, solo se trataban de desafíos, que quien no gana es porque no pelea, si
realmente querés el premio estarías dispuesto a lo que fuera necesario. Y
entendí que el miedo es bueno, es un impulso interno, no se puede tomar coraje
si no se está asustado y si no temiéramos tampoco habría necesidad de
superarlo. Y entendí que las críticas y ataques no son más que pruebas, la fe
en tu objetivo no debería caerse ante ideas ajenas, los sueños no mueren
mientras viva el soñador. ¿De qué sirve abandonar? Yo quiero que me ardan las
rodillas de arrastrarme, que me pesen las piernas de correr, que me queme la
cabeza por soñarlo tanto y sobre todo quiero, que al final, cuando haya
llegado, ver mi estado deplorable y con una sonrisa de satisfacción decir “Valió la pena porque pude”.
[ A mitad
del camino, cuando te rasguen el cuero, cuando te lloren los ojos y te pinchen
los pies; a mitad del camino, cuando te hiele el alma, cuando te duelan los
huesos y te cueste seguir; A mitad del camino te vas a preguntar porqué
deberías seguir, hacele caso a tus motivos más fuertes y no a los más fáciles,
cerrá los ojos y mira al futuro ¿Qué querés? Y eso es todo. No hablo de
abandonar ni de continuar, hablo de elegir.
Si es más grande el palacio, más costoso
de construir. ]
No creo en la vieja excusa del “destino”, no esforzarte y no hacerte cargo. Creer que todo ya
viene dado y solo hay que seguir un camino ¿Qué sentido tendría? Prefiero
escribirlo yo misma, prefiero hacer la elección. Quizás porque en el pasado vi
excusas donde ahora veo motivos, porque antes le huía al miedo y ahora lo
desafío cara a cara y es acá, donde entendí, que por fin me armé del coraje
suficiente para convertirme en una luchadora y no más una observadora pasiva,
ni una conformista. Esta vez me siento lista y con ganas ¿Quién era que decía? “No está muerto quien pelea”.
"Mira, si tuvieras un disparo, una oportunidad, para conseguir todo lo que siempre has querido, un momento, ¿Lo aprovecharías? ¿O lo dejarías ir"
Más claro, Eminem.