Clear your mind

Clear your mind

miércoles, 24 de diciembre de 2014

GO HARD OR GO HOME

Esta vez ya no tengo miedo.

No me volverá a temblar el pulso cuando tome una decisión, no voy a atar lo que se debe ir ni correr tras la oportunidad perdida. Esta vez creo estar descubriendo lo que soy y lo que quiero,  y sobre todo, lo que puedo. Puedo tanto como quiera.

Me he visto flaquear ante la mirada ajena, dudar de mí misma en medio de la carrera, voltearme a ver quién me seguía, no más. Van a ser mis pasos los que marquen el camino, voy a ser yo quien dome a la fiera, voy a subir hasta el final las escaleras y abrir todas las puertas. No me asusta tropezar, tengo la fuerza que necesito para volverme a levantar. Todos mis errores me ayudaron a crecer, tus armas no me pueden herir y si acaso te preguntas por mi dolor, está, pero no es más fuerte quien no sufre, sino quien puede luchar contra el sufrimiento.

Fue un día que entendí que todo lo que quería lo podía tener, solo se trataban de desafíos, que quien no gana es porque no pelea, si realmente querés el premio estarías dispuesto a lo que fuera necesario. Y entendí que el miedo es bueno, es un impulso interno, no se puede tomar coraje si no se está asustado y si no temiéramos tampoco habría necesidad de superarlo. Y entendí que las críticas y ataques no son más que pruebas, la fe en tu objetivo no debería caerse ante ideas ajenas, los sueños no mueren mientras viva el soñador. ¿De qué sirve abandonar? Yo quiero que me ardan las rodillas de arrastrarme, que me pesen las piernas de correr, que me queme la cabeza por soñarlo tanto y sobre todo quiero, que al final, cuando haya llegado, ver mi estado deplorable y con una sonrisa de satisfacción decir “Valió la pena porque pude”.

[ A mitad del camino, cuando te rasguen el cuero, cuando te lloren los ojos y te pinchen los pies; a mitad del camino, cuando te hiele el alma, cuando te duelan los huesos y te cueste seguir; A mitad del camino te vas a preguntar porqué deberías seguir, hacele caso a tus motivos más fuertes y no a los más fáciles, cerrá los ojos y mira al futuro ¿Qué querés? Y eso es todo. No hablo de abandonar ni de continuar, hablo de elegir. Si es más grande el palacio, más costoso de construir. ]

No creo en la vieja excusa del “destino”, no esforzarte y no hacerte cargo. Creer que todo ya viene dado y solo hay que seguir un camino ¿Qué sentido tendría? Prefiero escribirlo yo misma, prefiero hacer la elección. Quizás porque en el pasado vi excusas donde ahora veo motivos, porque antes le huía al miedo y ahora lo desafío cara a cara y es acá, donde entendí, que por fin me armé del coraje suficiente para convertirme en una luchadora y no más una observadora pasiva, ni una conformista. Esta vez me siento lista y con ganas ¿Quién era que decía? “No está muerto quien pelea”.




"Mira, si tuvieras un disparo, una oportunidad, para conseguir todo lo que siempre has querido, un momento, ¿Lo aprovecharías? ¿O lo dejarías ir" 

Más claro, Eminem. 

lunes, 1 de diciembre de 2014

Somos esencia y materia.

No me hablen de belleza sin definir a qué hacen referencia. La belleza puede ser tan variable como en lo que a gustos refiere. Me tomo el atrevimiento de decir que no existe una belleza más real que la de la pureza, una belleza impalpable para nuestros sentidos, una belleza que corre invisible en cada uno de nosotros. Hay algo que va más allá de la ropa, del perfume particular de una persona, del corte de pelo, incluso de una forma de caminar o un tono de voz, porque aunque suene extraño, no te enamora una sonrisa o una piel, sino lo que esa sonrisa conlleva, por ejemplo. Hay algo que está en las personas mucho más profundo que todo lo que está expuesto, ese algo (que yo llamo “esencia”) se nota cuando se conoce realmente a una persona. Algunos exponen su esencia a quien se acerque un poco, otros prefieren enterrarla para los más valientes. Sin importar qué tan compleja sea, la esencia es única, y les aseguro que cuando se conoce la esencia de alguien, pueden cambiar para nuestros sentidos todas aquellas variables que percibíamos de una manera determinada en un momento anterior.

No niego el importante papel que juega lo físico, aquello que te atrae en un primer momento o que demarca ciertas relaciones llevándolas a uno u otro campo, pero soy partidaria de pensar que una buena esencia puede cegar completamente los otros sentidos y demostrar cuán real es, lo que en términos más generales y conocidos, podría decirse “belleza interior”. Sin embargo, prefiero hablar de “esencia” y no “belleza interior” por varios motivos. Para empezar me resulta artificial y subjetivo el término belleza, puesto que en más de un caso referimos justamente a lo contrario, la falta de belleza, la fealdad, y además, tampoco está definido qué es lo que limita esa belleza, qué variables hacen que se considere bello o no. Por otra parte, tampoco termino de convencerme de interior, me parece bastante ostentoso querer situar en un “interior” algo que desconocemos en realidad dónde está situado, algo que puede ser tan externo como invisible como profundo. ¡Qué facilidad para definir todo basándose en lo que la sociedad dice! Clasificar lo que es bello y lo que no, lo que es interno y exterior, todo teniendo en cuenta que no hay ningún estudio que verifique la validez de esos términos. En lo que a mí respecta, sigo eligiendo el término “esencia”. Situar todas esas características, esas formas, ese “interior”, tomarlo como parte de algo que todos tenemos. Me parece más viable pensar que nacemos con ella y la vamos editando, armando, construyendo y reformando. Me parece más viable hablar de que esa esencia también puede ser externa, porque por muy invisible que sea ante los ojos, la esencia va a transformar a la persona. Estoy completamente segura de que independientemente de cómo seas físicamente, la esencia por excelencia te define. Ante mis ojos, al menos, cada uno es un conjunto de esas dos partes, la esencia y la materia ¿Qué tan bella podría ser una persona que no tiene un ser bello? Por mucho que vista Prada y se perfume con Channel, si no limpia un poco lo que ustedes denominan “interior”, no puedo terminar de hallarla atractiva.


Todo ese gusto por alguien, sea la amistad, el amor, o simplemente el cariño, el “feeling”, yo jamás tendría la crueldad ni frialdad de decir que eso es puramente físico, o puramente cuestión del destino ¡Ni mucho menos! Hablo de esencia y todo lo que ella produce, como unas concuerdan con otras, y con otras no. No es una cuestión solamente de uno una relación, establecer ese vínculo conlleva poner parte propia por parte de los integrantes ¿Y quién dice que aún así va a salir bien? ¿Quién establece que esa relación va a perdurar? ¿Quién dice que es la persona equivocada o correcta? Puede, que simplemente, no sea la esencia que te complementaba. 
Desconozco la clase de vínculos que quien me lea establece, tampoco pretendo analizar la situación de cada uno y qué intereses pone en juego, pero podría decir que lo que lo lleva a leer esto es que una parte de su esencia se parece a la mía, esa pequeña parte que te hace interesarte por estas peculiaridades, un poco locas, un poco mías. Esa esencia que tiene, que lo define, y la que tengo, que me define, nos lleva a encontrarnos en un punto y alejarnos en otro, sino, es acá donde me cuestiono ¿Qué podría llevarnos a estar donde estamos, manejarnos como nos manejamos, relacionarnos como nos relacionamos e interesarnos por lo que nos interesamos?

miércoles, 26 de noviembre de 2014

John Green y la expresión. Y yo.

Amo escribir. Amo expresarme y comprender lo que otros expresan. Sin embargo, no creo que jamás se puedan entender los sentimientos ajenos ¡Son tan únicos! ¿Cómo podría osar explicar qué se siente cuando lees un libro si sólo conozco la sensación que me provocó a mí? Aun así, esa es la verdadera belleza de escribir ¿no? De leer ¿no? Es algo tan inexacto y subjetivo que da lugar a la apropiación por parte del lector. Entender y buscar captar esas ideas, interpretar aquello que quiso decir, expresar, reflejar, aquello que quiso poner en palabras.

Cada vez que alguien halaga la manera en que escribo, en que me expreso o simplemente plasmo mis ideas, me hace sentir bien, muy bien. Claro que podría darme igual, no dejaría de escribir por el simple hecho de que no lo leyeran, o que no les gustara, o que no me lo dijeran pero entran en juego un poco las inseguridades del humano, un poco el egocentrismo del humano ¿A quién no le gusta que lo halaguen? Sobre todo en aquello en lo que pretende progresar, aquello que realmente le gusta y siente como parte de sí.

En más de una ocasión dejé de escribir, ya sea lo que sentía, como un simple diario, o lo que me gustaba, más bien como mi blog. Sin embargo, esas varias ocasiones siempre terminaron fugándose porque volvía a escribir. Hay algo en mí que me lleva a querer poner en palabras lo que me pasa por la mente. Esa masa de pensamientos y el cúmulo de sentimientos y sensaciones que me agobian constantemente y le dan el gusto a la vida, todas esas cosas son las que disfruto poniéndolas por escrito. Independientemente de si nadie las vaya a leer (porque hay muchas cosas que jamás voy a publicar) o si sí vayan a ser leídas; Porque sin importar el público, comprendí que escribir realmente me gusta, es la manera que tengo de poner un orden en mi ser, dejar que fluya mi inspiración. Creo que cada uno plasma su ser a su manera, y no tiene porqué ser una forma del arte, hay quien tiene hobbies o quien canaliza todo en el trabajo, o en un deporte. No importa, siempre y cuando encuentres la manera de dejar salir todo aquello que tenes y te conectes con esa forma. No me llevó poco tiempo entender que verdaderamente me gustaba escribir, que no hice un blog porque estaba de moda y era divertido y punto.  Y que no escribía diarios típicos sino que tenía una forma un poco especial, no porque sí y punto.  Tampoco tarde poco tiempo en ver que podía, muchas veces, ser más clara escribiendo que en cualquier otro aspecto de mi vida y si bien hay infinidad de cosas que me faltan por mejorar, cualquier profesional vería esto y probablemente lo descalificaría, ni siquiera estudio una carrera relacionada con la escritura, con todo esto y más afirmo con una fuerza inquebrantable que es muy bello saber que hay personas que se emocionan con lo que escribo, que lloran, incluso que les toca una fibra sensible. Me siento afortunada cuando alguien reproduce una frase mía, así me cite o no, cuando alguien se toma tiempo de su vida para ver si le gusta o no lo que yo escribo.

Creo que haber ocupado el lugar del que escribe (imagínense que mis lectores no son cantidades ni siquiera grandes, hablo de apenas unos pocos a los que les agradezco el interés) me concedió la suerte de apreciar pequeños detalles. Detalles como hoy, que leí “Bajo la misma estrella” en tan solo un día, me quedé completamente satisfecha. En primer lugar me pareció excelente la facilidad con que te atrapa, es como si no pudieras dejar de leerla porque no terminas de estar contento con lo que sabes y queres constantemente saber más. Más allá de eso, destacable, admirable y envidiable la habilidad de John Green para generar tantas sensaciones en un lector. Una simple persona que se sumerge en un libro y  (como aprendí en semiología) establece un “Pacto de Ficción” por el cual asume que aquello que lee es ficción, pero aun así cancela su realidad para poder situarse y dejarse llevar por la historia que lee. Quizás quien haya visto únicamente la película no me entenderá, pero podrían compararlo con cualquier otro libro que realmente les haya gustado, algo que hayan leído y les haya llegado muy profundo, a un recoveco que no todos los días se tiene en cuenta. Mágico el poder del escritor para llenarte de sentimientos, para adentrarte tanto en la historia que como lector cueste salir. Ni más ni menos que yo en este momento escribiendo esto.  Es como si aunque no quisiera, la realidad de la historia me fuera envolviendo y en determinados capítulos me descubro llorando desconsoladamente por personas que soy consciente que ni siquiera existen. Aunque no voy a ser injusta, el cáncer no es algo muy lejano a la realidad actual. En otros momentos me inundaba en amor, me sentía enamorada, realmente ¿Saben lo difícil que puede resultar provocar eso en alguien? Y sobre todo en alguien que en su vida real no está enamorado/a.  Movilizar con palabras a otra persona, crear algo a través de simples abstracciones, crear algo que aún así es abstracto. Transportar a otra persona al lugar exacto que vos queres y el placer de que esa persona, al terminar de apreciar tu obra, suspire, satisfecha, felicitándote por tus dotes y apoyándote a seguir.


John Green compartió con nosotros su habilidad para la escritura. Así como los cantantes comparten sus dotes para la música o los diseñadores te permiten lucir sus trabajos. Todo eso, todo eso que creamos es una obra. Habrá a quien le guste, a quien no, y habrá quien no exponga sus obras, pero las creaciones son, por suerte, un bien compartido. Y es bello, muy bello, apreciar pero también dejar apreciar. Dejate fluir en lo que sea que canalices tu ser y ahí vas a entender, realmente, el placer de poner tus pesos en una balanza nula. Y no importa cuántas sean las personas que aprecien aquello que haces, porque lo más importante es que te dejes ser a vos mismo y te veas progresar en lo que te gusta. No necesitas, ni mucho menos, el juicio de nadie.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Contagiame la felicidad.

Yo creo que la gente es un poco como su clima. Aquellos que vienen de lugares cercanos al ecuador siempre traen calor, alegría y cariño. Es como si el calor del ambiente les llegara muy profundo, al alma. No sé si habrán tenido la misma suerte que yo de cruzarse en varias ocasiones con personas de estos lugares, pero cada vez que encuentren una intenten tenerla muy cerquita, no hablo de tiempo, sino de compañía, denle cinco minutos y van a ver cómo les contagia su felicidad.

A mí me agrada esa exageración que tienen para expresarse, todos los gestos, la risa a carcajadas sin un motivo demasiado concreto y esa energía inagotable. Es como si todos los días les hubiera ocurrido algo bueno. En realidad podríamos decir que todos los días nos ocurre algo bueno, me gusta pensar que todos los días tienen un poco su magia, su detalle, hay algo que marca la diferencia entre ayer, hoy y mañana. Y sin embargo, miranos a nosotros, no hablo de que seamos infelices! No me malinterpreten, pero no irradiamos tanta luz con las cosas malas, creo que no le ponemos tanta gracia a los días simples. Constantemente hablamos de felicidad (como si tuviéramos la definición correcta) y decimos frases filosóficas con las que nos sentimos un poco mejor, un poco como si tuviéramos la solución a la tristeza. Ojo! Nos encantan esas frases siempre y cuando sea un buen día, porque aquel en que se nos cruzan los cables no hay quien safe de nuestra electricidad, damos descargas para todos lados.

Claro que es muy simple reírte cuando estas con amigos, sonreír cuando aprobaste, gritar de emoción con alguien a quien extrañabas o cantar y bailar por todos los rincones un sábado a la noche cuando salís. Yo soy la primera que hace todas (sin excepción) esas boludeces. Pero atentos a la gente del clima cálido, regalan sonrisas gratis y a cualquiera, no necesitan sentirse más lindas ni más flacas para estar más contentas, y dicen muchas, muuuuchas boludeces de las que se ríen a morir, así a vos te cause gracia o te parezca estúpido. Me gustan porque te hablan con la misma naturalidad en que lo hace una amiga de hace años, tienen esa facilidad tan peculiar de entablar conversación y destensar los momentos incómodos.

Me convenzo cada vez que conozco a alguna persona de esas zonas. Enserio creo que se les contagió el calor de su naturaleza, que ese clima lo llevan adherido. Y es bueno, es algo lindo que vengan a otros países porque nos traen un poco de su calor a los que estamos más fríos.


He de decir, igualmente, que algunos fríos miran extraño y les desagrada el calor que irradian esas personas. Los respeto, no se pueden discutir los gustos, pero a ustedes, fríos de los fríos, no los entiendo. Derrítanse un poco con el calor ajeno, tomen algunas de esas risas y guárdenselas, incluso déjense contagiar por esa felicidad. De vez en cuando hay que endulzar la vida.

viernes, 14 de noviembre de 2014

¿Qué cambiarías de tu cuerpo?


"Cuando nos miramos a nosotros mismos en el espejo, es fácil encontrar “defectos” ya que generalmente somos nuestros propios críticos más duros. En este mundo lleno de Photoshop, no es muy difícil crear inseguridades falsas sobre nuestros cuerpos. Para cambiar esto, un grupo de personas crearon este video, el Proyecto Jubileo. En este video primero le preguntan a adultos que cambiarían sobre su cuerpo y luego le preguntan lo mismo a unos niños. Sus respuestas te van a sorprender.."
Lee más en http://www.lindito.com/pregunta-cuerpo-adulto-ninos/




miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sentirse solo se siente como no existir.



En el punto justo de inflexión, he visto apagarse todas las luces mientras todos se marchaban, y yo, inmóvil y muda solo podía observar como un cuerpo muerto, como una presencia, sin terminar de pertenecer del todo a esa realidad.

Una vez sola, en aquella oscuridad, me senté despacio y miré a mi alrededor, pero mire como se mira cuando no se entiende lo que se ve. ¿Cómo te podes quedar tan solo habiendo estado rodeado de tanta multitud? Lloré mares hasta que el alma se me fue limpiando, con aquel llanto desconsolado saqué todo el dolor afuera. Algunos se habían ido aunque yo los quise retener, otros se habían marchado porque les llegó el momento, otros nunca habían estado, y otros, me quise mentir, con que habían querido estar. Todavía incrédula me levanté y busqué por aquel lugar vacío y oscuro, saque las cosas de su lugar, las rompí, las volví a acomodar, me escondí y volví a salir, grité para escuchar el sonido de mi voz, aquel eco que parecía hacerme compañía. Nada. Mejor dicho, nadie. Allí no había nadie. Se sentía exactamente como la desolación, como cuando nadie te saca el aburrimiento, como cuando nadie te hace la comida, como cuando nadie te llama, como cuando nadie te espera en casa, como cuando nadie se enoja con vos, como cuando no existís, sentirse solo se siente como no existir. Desconsolada y lastimándome a mí misma muero acostada en aquel lugar.

Curioso. Curioso es que cuando todo estaba terminando, todo volvió a empezar. Moría, entonces reviví. Alguien enciende las luces, y lo veo todo en esa mirada. Aún tirada, sollozando, observo como camina hacia mí esa persona, y cuando llega me hace ver que incluso hay otras personas allí. No estoy sola. Ni siquiera lo estaba. Es que la oscuridad de aquel lugar se había apoderado de mi visión. Y es que, esa persona le había dado luz de nuevo a mi oscuridad, aquella persona me mostró que estaba rodeada de seres queridos y no sola (¿Muchos? No, muchos no, solo reales), aquella persona, junto con las demás, me secaron las lágrimas y me dieron la fuerza necesaria para levantarme. Me sentía deslumbrada; la luz me abrazó el corazón y la oscuridad se apagó. Me sentía aliviada; ahora entendía que no era tan desagradable estar en aquel lugar. Me sentía querida, acompañada, me sentía bien, porque todas aquellas personas no se habían ido en ningún momento, habían estado, desde la oscuridad, acompañando. Todas esas personas me habían dado una mano solidaria, una oreja paciente y un lugar en su corazón. Esas personas me habían dado lo que realmente se necesita, lo que realmente yo buscaba. Lo esencial era tan obvio que a veces parecía ser olvidado, era tan fácil de dar que a veces  costaba, era tan necesario que incluso no se notaba, era tan, más que nada, bello, que a veces se ensuciaba.


Pude entender más incluso de lo que me habían querido explicar, me prometí a mí misma dar lo mejor de mi ser a todas esas esencias con las que estoy conectada de verdad. No importa cuántos estén alrededor, lo básico y principal es los que están adentro. Y no, nunca estás solo. Nunca estás sola. Y quizás, cuando nadie venga a prenderte la luz, es porque vos tenías que prender una luz pero te fuiste, te fuiste con la multitud. Anda, levantate y anda a prender la luz que dejaste apagada, anda a darle una mano a quien dejaste tirado, anda a prestarle oído a quien dejaste hablando, hacele un lugar en el corazón a quien te invitó al suyo. “Acordate de donde saliste y a costillas de quien” dice Callejeros. A veces nos dan, a veces damos. 






martes, 28 de octubre de 2014

Llenos de loca pasión.


El día que ya no esté quiero quedar en el recuerdo, cuando marche hacia el infinito quiero que infinito sea mi corazón. ¿Qué es la vida sino un baile? Idas y vueltas siempre al ritmo del azar. Si disfruto yéndome lejos entonces no habrá quien me lo impida, pero como todos los pájaros, siempre vuelvo al hogar. Que trotar mundo, que dar la mano, que sonreír a desconocidos, que hablar sin sentido, que correr y frenar, que comer y bailar, que abrazar llorando sean costumbres. Olvidemos por un instante el status social, la ropa de etiqueta, la música que escuchas, el barrio en el que vivís y de qué querés trabajar, que no haya clasificaciones porque en la danza que es la vida cualquiera te puede tocar, y a lo mejor un día eso que criticabas se convierta en la canción favorita para las listas de reproducción.

Basta de nacer y condenarse a llevar una bandera en el corazón, más vale volar sobre otros horizontes y poder elegir que encerrarte en tu propia jaula esperando a morir. Si la genética no me dio alas yo misma las voy a crear, no te gastes, no te canses, no me fuerces, me gusta el ritmo de mi corazón, muy salvaje o muy sumiso, muy simple o muy complejo, es un corazón gitano que vive persiguiendo al viento.  Me gustaría morir por amor después de haber vivido sonriendo, llorar el alma hasta desangrarme en cada rincón de lo que siento. Porque apasionadamente sentir es una gracia, subir y bajar, dar vueltas, saltar y golpear, en lo que a sentimientos respecta soy una loca de los extremos.

Siempre le temo y admiro a la lluvia, porque te saca el maquillaje y te deja más real, ojalá les llueva en el corazón pa que se conozcan al natural. Siempre le temo y admiro al calor, porque cuando transpiras sacas la basura que tenías adentro, ojalá les suba la temperatura en el corazón pa que saquen la suciedad. Siempre le temo y admiro a la soledad, porque cuando no hay nadie alrededor se escucha a gritos el interior, ojalá se sientan muy solos sus corazones pa que puedan escuchar sus verdaderas verdades.

Y acordate, y no te olvides, que ser verdadero es una virtud, que podes ser lo que quieras cuando salgas a la calle, pero tu esencia no es una apariencia, contamínate si querés la piel con maquillajes, ponete aros y disfrázate pero no manches, no ensucies, no alteres, no ocultes tu verdadero vos, tu ser, tu magia, la realidad que llevas impregnada que si va a cambiar sea siempre por propia voluntad. No hay en el mundo cosa más triste que perder tu propia verdad, vivir con miedo, vivir huyendo, vivir aparentando sin conocerte, sin rebelarte.


Es difícil ser con tu propia norma, cuando la sociedad impone tu ser a su forma, pero yo creo que si de verdad te escuchas podes saber tu origen real.

lunes, 4 de agosto de 2014

La princesa.

Había una vez una princesa que vivía en un castillito a las orillas del mar. Esa princesa tenía muchas amigas también princesas. Todas ellas siempre jugaban juntas a lo que cualquier princesa jugaría, no eran diferentes del resto, aunque ellas creían ser muy especiales con sus vestidos y coronas. Un día la princesa se peleó con otra porque ninguna quería ser la maldita sirvienta en el juego de la reina. Entonces la princesa muy enojada se fue a pasear por la playa, pero se dio cuenta que los tacos se hundían en la arena y se los sacó; Mientras seguía caminando se pisaba el vestido así que mejor se lo sacó y fue a meterse al agua. Cuando salió tenía la corona enredada en el pelo y con mucho trabajo logró sacársela; Tampoco le había quedado maquillaje. Más tranquila porque el baño la había relajado continuó con su paseo. No muy lejos de allí había un barco con gente vestida extraña cargando cosas, cajas y valijas, y cuando la vieron acercarse le ofrecieron comida y ropa, incluso viajar con ellos, pero entonces la princesa con miedo contestó "No! Gracias por todo, pero yo no me puedo ir, la gente me necesita." y cuando notó las miradas extrañadas agregó "es que soy una princesa." y sonrió satisfecha. Pero uno de aquel grupo, que decían llamarse Los Viajeros, contestó "¿Y eso qué importa? Si nunca conoces otros lugares no podes estar segura de dónde te necesitan."
Ofendida la princesa se marchó a su castillo, pero cuando quiso entrar no la reconocieron sin la corona, ni el maquillaje, ni los zapatos ¡Y con otra ropa! Así que tuvo que ir a buscar a sus amigas, las cuales al verla así rápidamente se alejaron, asqueadas.
La princesa llorando desconsoladamente, asustada y triste corrió nuevamente a la playa. Pero alguien se le apareció, era el viajero de antes "Oye princesa, ¡No llores! ¿Qué sucede?" y entre sollozos le dijo "Yo no soy ninguna princesa." El viajero la miró enternecido y le dijo "Nadie necesita ser una princesa." y le tomó la mano. Juntos fueron hasta el barco y una vez allí él la miró expectante. La princesa nunca había estado tan segura, se sentía tan diferente sin toda esa superficialidad en la ropa, sin todas esas apariencias que solían ahogarla. Se sentía, por primera vez en su vida, libre. La princesa y el viajero subieron al barco.
Ese viajero no parecía un viajero, parecía un pájaro. Esa princesa no parecía una princesa, parecía un pichón.  Aquel pájaro, antes de que partieran, le dijo al pichón "Tanta naturalidad te queda bella" y la sonrisa del pichón iluminó el cielo de aquella noche. 

lunes, 14 de julio de 2014

Mundial 2014 #ARG























Más allá de una opinión futbolística, la cual es inmensa en su variedad y difiere enormemente de uno a otro, creo que hay que aplaudir a Argentina, más grande que nunca. Somos muchos los que no apostábamos una moneda este año y a esos muchos nos cerraron el ****. 
Mi doble nacionalidad no hace que sea menos el interés, menos el amor y las ganas de ganar, creo que uno realmente lleva adentro el lugar al que pertenece, creo que eso es mucho más fuerte que un papel que certifique tu nacimiento. Este mundial me hizo entender que va más allá de lo que es el fútbol, no se explica, la unión que provoca en las personas un campeonato con todos los países es bello, hermoso. No vamos a mentirnos y decir que no hay divisiones, que tampoco te hace pasar malos momentos, porque sería realmente hipócrita por nuestra parte (he cantado "Brasil decime que se siente" con las mismas ganas que el himno) pero creo que lo lindo de compartir tanto esta justamente ahí, en una competencia entre todo el mundo, donde países enfrentados comparten las tribunas para alentar a su selección, donde siendo de un país te alegras por el triunfo de otros que realmente lo merecen, incluso ver a jugadores que comparten la cancha a lo largo del año, estando enfrentados siguen siendo los mismos, manteniendo la rivalidad únicamente en el juego, jugadores que en los entretiempos, incluso en la derrota, felicitan a su contrincante porque saben que se puede ganar y perder, porque saben que lo más importante es dejarlo todo en la cancha. 
No hay gusto más amargo que el de perder, llorar por haber llegado tan lejos y tener que irte con las manos vacías, putear porque tendría que haber sido penal, o roja, o expulsión, o porque no era penal, no era justo, no tendría que haber sido gol, no jugaron nada, no supieron definir, porque se le escapo la pelota o porque se lesionó. ¿Se sufre? Sí, se sufre. Pero es así, hoy puedo decir, pensando en frío, que somos ganadores. Hay que mantener la cabeza bien alta porque nuestros jugadores volvieron mejor de lo que fueron, después de 24 años llegaron a jugar una final, y si bien hay cosas que mejorar, hay mucho que ya se mejoró. Haber compartido la pasión con todos como hicimos, haber festejado como si fuera el último mundial en el mundo, el último día y con la felicidad de quien ya es ganador, viviendo emociones de todo tipo, gritando los goles con una fuerza que sale de adentro y llenándonos de ilusiones, creo que es hermoso ver a un país así de unido, a pesar de todas las diferencias, aunque también es una pena ver cómo terminaron ciertos festejos en violencia, eso sí que es triste. Más allá de todo voy a ver el lado realmente bueno porque lo malo ya pasó, porque si bien merecíamos más también conseguimos mucho, y porque volveremos. 
Estoy orgullosa de vestir la celeste y blanca, de alentar por quien aliento y por compartirlo con quien lo comparto, ojalá todos tuvieran la oportunidad de ver a su equipo llegar lejos como el nuestro, ojalá otros países vivieran el fútbol con la pasión con que se vive acá. Prefiero llorar porque mi equipo perdió que haber vestido la remera de todos los equipos, o ganar y no sentir los colores, creanlo o no, somos más que una copa. Como leí en algún lado "Otros inventaron el fútbol, nosotros inventamos algo mejor, la pasión por el fútbol". 
No voy a decir que a todos, pero aplaudo a aquellos jugadores que nos fueron a representar y dejaron todo en la cancha llevando la remera con el mismo orgullo con el que nos la ponemos nosotros. Gracias, merecíamos más pero ya vamos a volver a buscarlo. 




sábado, 21 de junio de 2014

Passenger - Let her go.


Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo,
solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar,
solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar.
Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón.
Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa,
solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar,
y la dejas marchar.
Mirando fijamente el fondo de tu vaso,
esperando el día en que hagas durar un sueño,
pero los sueños llegan despacio y se van tan rápido.
La ves cuando cierras los ojos,
tal vez un día entenderás por qué
todo lo que tocas, de seguro que se muere.
Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo,
solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar,
solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar.
Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón.
Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa,
solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar.
Mirando fijamente al techo en la oscuridad,
el mismo viejo sentimiento de vacío en tu corazón
porque el amor viene despacio y se va tan rápido.
Bien, la ves cuando te quedas dormido,
pero nunca para acariciar y nunca para quedarse,
porque la quisiste demasiado 
y te zambulliste demasiado profundo.
Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo,
solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar,
solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar.
Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón.
Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa,
solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar.
y la dejas marchar,
y la dejas marchar,
bien, la dejas marchar.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Inhalar, exhalar.


Todos respiramos y todos entendemos a la respiración como proceso. Es algo tan común que pierde el valor, el poder curativo. Para mi respirar es un poco como acariciar el alma, expulsar problemas, flotar en el tiempo y callar la mente. Corremos de un lado a otro como una coreografía eterna, seguimos rutinas que sobrepasan nuestros propios límites y somos incluso capaces de ignorar horas de sueño, y aún así no somos lo bastante inteligentes para darnos un respiro al día. Las cosas salen mal y no optamos por respirar, preferimos llorar. Nos enojamos y optamos por gritar, nunca respirar. Nos enamoramos y optamos por sonreírle a un celular, antes que respirar.

Yo creo en los psicólogos, y en los amigos, y en la familia, pero sobre todo creo en la respiración. Creo que siempre es un buen momento para cerrar los ojos, en medio de donde sea que la vida te tenga, y concentrarte en tu propia respiración, escuchar el sonido del aire acariciándote los pulmones. Siempre digo que inhalar es un poco como la parte difícil, atraer todo hacia vos, hacer que entre, hacer que sea tuyo. También es común en un momento complicado, te agarran nervios y te tragas todo el aire, te agarra miedo y das una bocanada de aire que probablemente no respiren los de tu alrededor, lloras y con ello te apoderás del aire que te rodea. Siempre es un poco arduo, siempre un poco cuesta y exige esfuerzo, siempre un poco cansa y presiona, y sin embargo, no hay exhalación sin inhalación. ¿Cómo liberaríamos tanto CO2 si antes no consiguiéramos el O2 que necesitamos? Para mi exhalar es el sonido de relajarse, llegar a la calma, recobrar el aliento. Creo que exhalar acompaña a los momentos lindos de la vida, suspiras de amor, suspiras de alivio, expulsas el nerviosismo, sacas afuera todo aquello que te presionaba un poco del pecho.

Siempre con idas y vueltas de oxígeno, alimentando nuestro motor, no hay máquina que arranque sin un poco de carga. Siempre la presión lleva a la relajación, no habrá tiempo de ocio si no hubiera tiempo de trabajo, ¿Quién va a sanarse si nunca se lastimó? Con el tiempo se aprende que son necesarias las tormentas para que brille el sol, no creo que lo bueno sepa tan bien sin probar lo amargo de lo malo. He de decir que se sufre mucho, y se pierde mucho, y se cansa mucho y se falla aún más, pero es lo que toca para poder sonreír mucho, ganar mucho, descansar mucho y llegar hasta el final. Debo rasparme las rodillas para aprender a caminar, y siempre siempre siempre recordar “Cuando duela, respirá”, es la respiración el sonido de la calma, es la respiración la sensación del paraíso, inhalamos todo lo que nos rodea, absorbo el universo para mi, para después exhalar, soltamos todo y acomodamos el mundo de manera mejor, dejo ir todo aquello que gané y que perdí, dejo ir, que fluya lo que no me sirve y también lo que me ayudó. Respirar. Los verdaderos secretos están en las cosas cotidianas. No exhala quien no inhala, no sonríe quien no respira.


Tenemos en nuestras costumbres lujos que no notamos.



martes, 27 de mayo de 2014

DEMONS


Viste de negro mi corazón.

Me distraje tan solo un segundo y la felicidad se fugó, he venido a decirle que extraño su calor. Si la ve pasar, no olvide mencionarle que me encuentro aturdido, quiero creer que se enconde en las cercanías, pero jurele que por ella daría las vueltas que sean necesarias a este pequeño mundo. Cuentele que le quedan chicas las gracias que le dí, he de entregarle el resto de mi corazón cuando vuelva, quiero decirle que añoro sonreír en las mañanas, poner el alma con cada cosa que hacía, con cada persona que conocía, con cada detalle que vivía, incluso mi café sabe amargo cuando no tengo su compañía. También he de decirle que fue difícil convivir con la tristeza cada día, yo sé que uno puede pelear por lo que quiere pero me he visto atrapado en situaciones sin salida, felicidad siempre me decía que uno puede luchar, o escapar, pero adivine señora, me quedé sentado contemplando mi autodestrucción. Me hice daño; En cada rincón de mi cuerpo, en cada parte de mi ser tengo cicatrices del duelo que significó su partida, quiero confesarle que sin ella no pude caminar sin pisar en la falso, sufrí como un soñador que pierde los objetivos. Mire señora, le traigo una pequeña botellita con todas las lágrimas que pude juntar, me prometí que cuando saliera de ese agujero las tiraría al mar porque solo así entendemos lo pequeños que son los problemas entre tantos momentos que tiene la vida, y yo sé que no termino de salir, pero al fin tomé el coraje de venirla a buscar, digame señora ¿Usted no me puede ayudar? Sé que no es mucho pero le doy todo lo que tengo a cambio de que me diga a donde fue felicidad, no quiero nada si no es con ella, no quiero vivir hundido.

Era negro, todo lo que veía a mi alrededor desteñía el color, todo lo que sentía era el frío y el dolor, todo lo que un día me ayudó a seguir adelante entonces me arañaba el corazón, y en cada despertar desesperaba por abrir los ojos y no poder ver la luz del sol. Subida a una balanza pesaba mi dolor, todo lo que fuera olvidadizo, el alcohol, la inconsciencia, dormir y correr eran excusas para escapar al exterior, tomaba mi abrigo y salía a recorrer la oscuridad, es que señora, allí parecía nunca brillar la luz, yo buscaba con desesperación salir de aquel duelo pero siempre despertaba en aquel mismo callejón. Y no crea que no sonreía, siempre que alguien se acercaba yo sonreía, ni mucho menos sentía pero créame que sonreía, es tan fácil ocultar lo que se llega a sentir…

Señora, no me deje usted a la deriva, señora yo sé que quizás no entienda de males ajenos pero abra el corazón y ayúdeme en este duelo, si ve a felicidad solo dígale que regrese, le prometo la vida entera si me acompaña por una noche…

sábado, 12 de abril de 2014

Creer y aprovechar.

No tengo claro qué es lo que creo, en qué creo y en qué no quizás. No podría definir con exactitud quien soy o que estoy haciendo. Podría escribir una lista infinita de preguntas semejantes, sinceramente prefiero escribir las respuestas que hasta ahora encontré.

Estoy acostumbrada a decir que soy atea, no tengo un motivo justificado para negar la existencia de Dios, tampoco tengo ningún motivo para creer que existe. Sin embargo, no todo es tan fácil, recientemente escuché en la televisión a un hombre decir que las personas nos quejamos de la “religión organizada”, pero qué es lo que queremos, que si “religión desorganizada” suena mejor, realmente ¿Suena mejor? ¿O queremos no creer en nada, vivir como robots yendo y viniendo, sin creencias?.  Es irónico porque a pesar de que no me hizo creer, sí logró que reflexionara; más allá de los inventos capitalistas de la iglesia, lo comercial y las ambiciones materiales, no creer en nada no va a cortar mis lazos con el capitalismo, no me va a hacer olvidar los caprichos materiales. Si bien no necesito una iglesia que guíe mis creencias, tampoco va a hacerme mejor persona no rezar, ni creer. Si bien nunca estuve de acuerdo con bastantes principios que plantea la Biblia, ni todos los mandamientos, ni predicciones del Nuevo y el Viejo Testamento, hay otros que lograron mejorar por eso. Preferiría ser una monja que un delincuente y quizás este en esta mínima comparación una verdad que nunca veo, fueron esos pensamientos estructurados y milenarios los que hicieron de la monja una mejor persona, respetar principios que aunque no me parezcan del todo justificados, la guiaron por un camino un poco más sano. El delincuente, en cambio, más allá de la fe que tenga o no, no sigue reglas, no sigue principios ni mandamientos y entonces, es más libre pero ¿A cambio de qué? ¿Fueron mejores sus resultados? Con esto no digo que la religión sea la solución ni lo mejor,  simplemente me remito a los hechos, las religiones, sin importar cual, pues todas en cierto punto coinciden en lo mismo, las religiones hacen a las personas ser un poco mejor, a base de una creencia los llevan a ser un poco más puros. Sin religión se puede, no es necesario creer en dios, pero creo fielmente que en la vida es necesario tener creencias, creer en vos, creer en los demás, o creer en un dios, creer en lo que vos más quieras, pero creer; Salvo que consideres mucho mejor caminar por la vida sin nada, completamente vacío. Tener un sueño, sentir amor o buscar la felicidad ya es creer en algo y eso es todo lo que importa.

Punto a parte de las creencias. Aprovechar. Recurrí a un día cualquiera en tu vida, el más cotidiano y date cuenta la cantidad de detalles que son invisibles a nuestros ojos. Repetimos constantemente “no valoras lo que tenes hasta que lo perdes”, y suelo pensar que es mentira ¿Quién dijo que no lo valoramos? Yo creo que a veces simplemente no lo aprovechamos. Un día común en mi vida me levanto y tiendo a sonreír, DETESTO levantarme temprano para ir al turno mañana (turno que yo elegí) y sin embargo soy feliz porque estoy yendo a cursar la carrera que elegí y que tanto esfuerzo hice por ser de los ingresantes a la universidad. Hago lo que hago y sacrifico lo que sacrifico porque sé que vale la pena intentar lo que quiero. Cuando vuelvo de la facultad suele esperarme mi mamá con el almuerzo ¿Saben lo que es eso? Tener la suerte de que tu mamá te cocine, el esfuerzo que hace por darte mil cosas, y la manera en que te quiere que no cualquiera lo hace así, sino preguntale cómo es el amor por un hijo. Eso y las tardes en compañía en familia, las peleas con un hermano/a, las risas viendo la tele o que te acompañe al chino ¿Se dan cuenta la peculiaridad de esas cosas? Tan chiquitas y especiales, a veces lo más lindo está en la cotidianeidad. APROVECHAR, de eso hablo, aprovecha a las personas que te rodean mientras las tengas para que el día que se vayan sepas que hiciste todo lo que tenías que hacer, aprovecha las sonrisas igual que las lágrimas, aprovecha los buenos momentos, aprovecha los grandes esfuerzos porque son los que te llevan a aprovechar los grandes resultados, aprovecha los lugares, el tiempo, TODOTODOTODOTODOTODO TOOOOOOOOODO TENES QUE APROVECHAR. Aprovecha que estás vivo, que estás donde estás, con quienes estás y quienes estuvieron, no dejes que la costumbre borre la magia de las cosas, todo es especial y por mucha costumbre que haya siempre puede desvanecerse, entonces no esperes a perderlo para aprovecharlo como deberías. Aprovecha cada oportunidad de sonreír, creo que es justo la receta de ser feliz.


Estamos hechos de sueños y rodeados de oportunidades, es por eso que hay que CREER Y APROVECHAR.


Es la canción que acompaña a la serie, la historia que me marcó y que me enseñó bastantes cosas. La banda sonora de la mejor serie que ví en mi vida. Polseres Vermelles, de Albert Espinosa. Un poco gracias a esto puedo escribir las cosas que escribo y pensar como pienso.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Ser

Estoy retomando los caminos hacia mí, necesito sentir la plenitud de una sonrisa, hace algún tiempo estoy caminando sin dirección, fingiendo creer que voy hacia quien soy, realmente siento ganas de conocerme. Yo y yo misma seré mi eterna compañía así que quiero despertarme enamorada de mí, feliz de seguir a mi lado y de ser puramente yo. A veces los caminos se ven desviados, a veces nos equivocamos de sentido, seguramente alguna vez hayas chocado contra un muro, quizás debas frenar y preguntarte qué es lo que querés y qué es lo que tenés.

[ Si las lágrimas resbalan por mi cara es porque algo no salió bien, pero siempre se necesita alguna herida para encontrar la verdadera cura, se trata de fallar y volver a intentar, ¿Sabes? No siempre se acierta a la primera.
Dicen que amar es aceptar tanto virtudes como defectos, y sin embargo buscamos esconder nuestros propios defectos ¿Falta de amor? En silencio, a plena luz, con la ausencia de compañía, creo que es vernos a nosotros y saber quienes somos, es mirar hacia dentro y hacia fuera y sentirnos uno, porque no habrá cambio si en una primera instancia no hay aceptación. ]

Si bien recuerdo cada una de mis facetas, quiero llegar a la más real, me parece un buen momento para descubrir la verdad, establecer un comienzo dejando de lado los prejuicios y mentiras cotidianos. Debo admitir que arde en la piel y en el fondo de las entrañas recabar en sí mismo para sacar lo más sucio, aquello que nos negamos a asumir, aquello que no queremos saber ni ver, cada uno tiene su propia basura, ni mejor ni peor. Y una vez allí, la mierda expuesta al sol, debemos limpiar con paciencia, sacarle brillo a cada rincón. “Hay que perdonar, y perdonarse. Y pasar página.” (3msc)

Volver y revolver, avanzar y repasar, hagas lo que hagas no te arrepientas, pero hagas lo que hagas espero que lo sientas de verdad. No hay arrepentimientos si se actúa directo del corazón, y no habrá nunca mejor compañía, que el verdadero vos, no te hundas en mentiras, no te pierdas en prototipos, no busques quien ser afuera si sabes que esta en lo más profundo.


SEAS QUIEN SEAS, SOLO SÉ VOS.

jueves, 6 de marzo de 2014

Desde mi balcón (1) "Niños"

Nati. La ilusión con la que comparto sangre. 
Una plaza, enorme ¿Enorme? Mentira, digamos que es bastante pequeña. No muy linda para mi gusto, constantemente ruidosa y aunque puede parecer vacía, siempre se escucha algún lloriqueo infantil o alguna moto insolente. Chicos empezando su adolescencia siempre jugando al fútbol, si bien es algo sano, detesto esos gritos constantes, muy característicos de cualquier humano que juegue al fútbol. 
Mis pensamientos se centran en aquel nene de pantalones azules ¿Lleva toda la tarde en la plaza o lo confundí con otro? Sentado pacientemente al lado de una nena más chiquita, la espera mientras ella habla ¿Amor de familia? Amor puro definitivamente. Yo creo que de chico los sentimientos son mucho más sinceros y se van complicando a medida que crecemos (o los vamos complicando). Tenemos ese vicio de querer analizar todo lo que nos pasa ¿Por qué y para qué? Siendo pequeños no buscamos la infinidad de las relaciones, tampoco les marcamos un tiempo de vida, no establecemos normas y exigencias sobre otros para quererlos como queremos, no sentimos ese amor rencoroso que busca volver para devolver, ni esa enemistad obsesiva que nos lleva a ser quienes en el fondo no somos.
Quizás lo más lindo de un chico es la ilusión. Escuché en repetidas ocasiones que los chicos tienen mucha imaginación, en mi opinión es porque no le ponen límites a la realidad, no la encierran en una caja y dicen "es así y asá". De chicos pensamos que todo es posible, no buscamos tantas explicaciones porque no las necesitamos. Ni fórmulas químicas ni experimentos científicos, creer se trata de algo meramente personal. Las horas que marca el reloj no van a impedir que Papá Noel recorra el mundo, ni la falta de espacio en un armario evitará que entre un mounstruo.
Una vez leí que los adultos son niños educados ¿Niños educados o la destrucción de los niños? Ser adulto no debería ser como matar ilusiones, ni vivir más serio, ni creer menos, ni pensar más, ni dejar de sentir ¿Por qué no puede un adulto encaminar las ilusiones de un niño? Buscarles un huequito en un mundo un poco cruel ¿No sería la fantasía una salvación? Creo fielmente que los chicos son un golpe de suerte; Para ser tan pequeños van cargados de ganas de vivir, locura, ilusión, risas y sinceridad. Sinceridad porque no vas a ver un niño fingir lo que no siente ni ser lo que no es. Y el resto, nosotros, pudiendo estar tan llenos, estamos tan vacíos. ¨Hay que ser realistas¨ repetimos constantemente, como si eso lo fuera todo, como si se acercara al menos un poco a una ¨virtud¨. Realismo decimos, cuando puedan explicarle ese concepto a un niño, entonces, y solo entonces, voy a perder las esperanzas de un mundo con un poco más de ilusión.

La realidad no es una mierda, nosotros llamamos a la mierda "realidad".


domingo, 9 de febrero de 2014

Un mar de sensaciones




Caminaba a paso lento mirando simplemente al frente, embriagándome de ese sonido etéreo, respirando el particular olor a sal que inundaba mis pulmones. No podía dirigir la vista hacia otro lugar que no fuera el frente, completamente embelesada por esa eternidad azul, esa línea indistinguible que separaba el mar y el cielo. ¿Habrá mayor plenitud? Mi mente volaba libremente muy lejos de toda realidad, explorando cada recoveco oscuro y dándole luz, arrancando las espinas que apuñalaban el pasado; Me concebí apenas unos segundos para reflexionar hasta dónde había llegado, a base qué, a base de quién. Inspirando profundo, limpiando mi interior de una bocanada de aire puro continué avanzando hasta que mis pies se vieron envueltos en agua fría, fría y llena de paz. Alguna fuerza que ignoraba supongo que fue la que empujaba de mi hacia el interior, observando pacíficamente cada ola y sus movimientos, luchando contra las fuerzas que quieren llevar de acá para allá, me hundí. 

Que simple puede ser todo ¿No? No importa la cantidad de problemas ni su grado de dificultad, siempre llevamos la paz dentro, pero no siempre logramos llegar a ella, saber cómo llegar a ella. Siempre hay un lugar en el mundo, una sensación, simplemente algo que nos lleva directo a la calma, que nos ahoga las preocupaciones, que nos borra del mundo y nos transporta tan solo un poquito más allá. Todos esos ruidos superficiales, esos dolores artificiales, esas heridas que dejan las luchas, esas distracciones constantes, todos esos son los que nos llevan a desconocernos, a perdernos, ensuciarnos y contaminarnos. ¿Nunca te preguntaste quién eras realmente? ¿Qué querías en la vida? ¿Qué esperabas de vos mismo? Como llevado por la corriente te justificas con "el destino", pero ¿Crees en el destino? ¿Qué es el destino sino una remota excusa para no luchar? "Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar." 

Me impulso desde lo profundo y salgo a flote, inspiro, expiro, inspiro, expiro...Disfrutando de cada uno de los segundos me aturde la felicidad, desconozco sensación más bella que dejarme llevar por el mar. Será que en cada uno de sus movimientos encuentro la paz que cada uno debería tener, será que todas las emociones que me provoca me llevan directo a otro lugar, a otra dimensión. El frío que emerge desde lo más profundo del agua suaviza el calor habitual que llevo conmigo, corta los cables directo a tierra y me dejo mecer en el oleaje salvaje que ataca la orilla. Creo haber olvidado la vida completa cuando me entrego a ese mar de sensanciones indescriptibles, abrasadoras y despiadadamente tentadoras. Renazco cada vez que las experimento; Abro lentamente los ojos y veo el cielo, dudo que exista el paraíso después de haberme maravillado de esta forma en la Tierra. Retomo mis conexiones con la vida, con la rutina, con mi ser, con todo aquello que me rodea. 

Cada día me recuerdo que todos tenemos la felicidad al alcance de la mano, y agradezco ser de aquellos que saben estirar el brazo para tomarla. 

Todos tenemos un lugar en el mundo, si no lo encontraste, entonces te falta buscar.


jueves, 30 de enero de 2014

Danzare

Me encanta tu manera de bailar y bailar, porque ahoga mis penas al verte danzar. Me encanta tu manera de gritar y gritar porque aturde mis sollozos al oír tu voz. Me encanta tu manera de pensar y pensar porque lleva mis pensamientos allí a donde estás. Me encanta tu manera de reír y reír porque olvido lo que se siente sufrir. Me encanta tu manera suave en cada movimiento porque hace cálido incluso el invierno. Pero sobre todo me gusta, me encanta y me enloquece la manera en la que amas, desmedida, insatisfecha, completa y apasionada. Esa manera tan particular y entregada de amar, esa manera hace que no vea más allá de vos, enceguecida por el cariño que derramas, perdida entre delicadas notas de música, una posicionada sobre otra llevándote al compás de la felicidad, marcando con cada paso un latido de tu corazón. Un simple sonido te puede transportar al infinito, a otro lugar, a otra época, a otro espacio, lo sé, lo sé porque lo veo en tus ojos, cómo brillan cuando sueno para vos, cuando aturdo con mis notas impasibles, sé que bailas por amor.


AMAR. Eso me encanta, me encanta de vos que sabes brillar con la simpleza de una estrella, me encanta de vos que sabes incendiarte con la simpleza del Sol, me encanta de vos que sabes volar con la simpleza de un águila real, me encanta de vos que sabes unirte a mi ritmo con la simpleza que las olas se unen en el mar. ¿Sabes? No hay nada más hermoso que apreciarte bailar, estoy segura que no amas a nada igual. Puedo ver un deseo de mejorar la perfección que tenes, de pulir cada movimiento incluso hasta quedar desgastado, de repetir cada sensación hasta memorizar los sentimientos que trae a vos la música. Y recuérdame, nunca olvides que siempre estaré sonando, y no olvides que yo voy a donde vayas, y recuerda que no hay mejor ritmo que el que marca el corazón. Yo sé que podes vivir sin todo, porque soy tu verdadero amor, yo sé que fui; fui yo, la música, quien te creó, vos viniste al mundo para darle sentido a mi labor.